¿Qué es la Musicoterapia?

Generalidades sobre la Musicoterapia:     
                                                  
La Musicoterapia es una disciplina perteneciente a las Ciencias de la Salud, y focaliza su accionar en las experiencias musicales de las personas. Tiene como objetivos fundamentales la promoción, la asistencia y la rehabilitación de la salud.
Ello se logra a través del reconocimiento, abordaje y modificación de las características sonoras, tanto expresivas y receptivas como vinculares de cada individuo.
Se utilizan como recursos principales el sonido y la música en todas sus dimensiones.
El bienestar emocional, la salud física, la interacción social, las habilidades comunicacionales y la capacidad cognitiva son evaluados y considerados a través de procedimientos específicos, como la improvisación musical clínica, la imaginería musical receptiva, la utilización clínica de canciones y la técnica vocal terapéutica, entre otros. En ese proceso, el Musicoterapeuta promueve y registra cambios expresivos, receptivos y relacionales que dan cuenta de la evolución del tratamiento”. 
Definición elaborada por ASAM (Asociación Argentina de Musicoterapia)


El abordaje musicoterapéutico:
Comprende entrevistas verbales y musicoterapéuticas, evaluación y tratamiento.
El abordaje puede ser individual o grupal, de acuerdo a las demandas de tratamiento y a las características del paciente.
El dispositivo clínico, implica el acompañamiento de un proceso singular de tratamiento conducido por los significantes simbólicos y sonoros que emergen en las sesiones, sus devenires, asociaciones, despliegue, exploración, descubrimiento de ligaduras afectivo- emocionales- corporales, cognitivas y sociales, el análisis y reelaboración de las mismas en música, con el sonido, en el cuerpo y a nivel simbólico.
El dispositivo grupal, adquiere la modalidad de taller, esto implica un interjuego entre técnicas disparadoras y la escucha de emergentes grupales. Centra la atención tanto en procesos individuales como grupales.
La convocatoria siempre es a expresarse, respetando los tiempos de cada paciente, con el objeto de desplegar el mundo interno, provocando un pasaje del acto a la construcción/ descubrimiento de sentidos.

Técnicas:
Las técnicas en juego son variadas:
  • hacer música modelando los sonidos a partir de la propia voz, el cuerpo y/u objetos sonoro/ musicales
  • experiencias de improvisación sonora libre y pautada, individuales y vinculares
  • experiencias receptivas con la música (audición)
  • ensueño dirigido
  • puestas en escenas psicodramáticas y sonoras
  • canciones proyectivas
  • historia sonoro musical 
        Entre otras.

Cuyos objetivos comprenden la exploración conciente, inconciente, el fortalecimiento del yo y/o la trascendencia del ego.

Recursos materiales:
Instrumentos musicales, música editada, grabaciones, sonidos corporales, la voz, el cuerpo, el movimiento y otros materiales sonoros.

La música como herramienta:
La música actúa a varios niveles en forma simultánea:
Tiene una acción directa sobre los diversos sistemas del cuerpo humano (actúa a nivel corporal, muscular, endocrino, cardio respiratorio, circulatorio).
A nivel sensorio - motriz, moviliza energía, afecta directamente la coordinación motriz, promueve el movimiento, la percepción y discriminación de cualidades.
A nivel cognitivo – intelectual estimula procesos de conocimiento, organización, comprensión y representación.
A nivel psicoafectivo, por un lado rescata el potencial de salud que cada sujeto posee (reforzando los aspectos sanos); y por otro, permite representar aquello que aqueja (simbolización). Uno de los actos más saludables que una persona que sufre puede hacer es desplegar su padecimiento, ante otro capaz de contenerlo y fundamentalmente puesto en escena para escuchar, dispuesto a recibir y comprender el mundo interno que se expresa.
A nivel social es construcción y transmisión cultural, y como tal  portadora de identidad. Permite la apertura de un espacio que ponga en juego la identidad y la posibilidad de abrirse preguntas. Convoca al intercambio y comunicación con otros, permite dar cuenta de modalidades vinculares y descubrir posicionamientos subjetivos.



* Según mi experiencia profesional en el área social, el desarrollo musical y las experiencias sensibles con el sonido promueven procesos particulares, tales como:
. La posibilidad de hacerse escuchar: Hacer escuchar lo que cada sujeto tiene para decir acerca de sí mismo a través de sus producciones.
. La posibilidad de escucharse: descubrirse y abrir preguntas sobre la propia posición, la propia voz.
. La música moviliza asociaciones, recuerdos, permite conectar experiencias, evocar emociones, convoca a la implicancia afectiva.
. Promueve actitudes receptivas (capacidad para escuchar), y también activas y de construcción (cambios de posicionamiento).
. Posibilita aprender a expresar las propias emociones 
. Posibilita disfrutar de nuevos intercambios.
. Genera procesos de autoconocimiento.
. Facilita el desarrollo de la creatividad.
Fortaleciendo así los recursos subjetivos y el impulso de vida.